8 de julio de 2012

Paren, paren ya...


Una vez más las cosas dejaron de oírse
¿Por qué la maldita manía de decir los nombres de lo que acontece?
No quiero escuchar sus voces,
solo quiero que el silencio las aplaque.
No pretendo ver lo que no me corresponde,
prefiero entregarme a la incertidumbre
¡Cállense! ¡Cállense! ¡Cállense!
Que de nuevo enloqueceré
¡Ahhhhhhhhh!
No quiero sus despojos,
no me despojen de la ropa
quédense con estos trapos.
¡Griten! ¡Griten! ¡Griten!
¡NOOO!, no quiero que sus voces se escuchen
ni yo las quiero escuchar.
¡NOOO!, no quiero sus ojos mirar,
ni que los suyos vean mis lágrimas,
les ruego, no me vean llorar,
esperen que se seque el lagrimal
¡Paren! ¡PAREN! Por favor,
No me obliguen a clamar
 ¡Paren! ¡PAREN! Por favor,
solo un poco, no se hagan rogar.
¿No ven que romperán varios cerebros?
no taladren mi cabeza
unos pocos hoyos la dejarán saturada.
Voy a explotar…
Podría enloquecer ahora
¡JA!
No les daré la oportunidad
y menos a aquella locura,
que me espera,
 allá a lo lejos está
con colores impregnando un bastón
¡STOP!
Grito ante ustedes.
Paren que me volveré cuerdo,
me “acuerdesaré”.
No le den cuerda a mi reloj,
¡Paren! ¡Paren! ¡Paren!
sus voces no quiero escuchar,
menos sus ideas fumar.
Ni siquiera quiero mirarlos
¡AHHHHH! No quiero seguir esquivando palabras,
ni siquiera deseo los círculos sin salida.
¡Stop! ¡Griten! ¡Paren, por favor!
¡Griten! Griten bien fuerte,
que no los quiero escuchar.
Calmarme, debo calmarme,
¿Dónde está la pastilla que me receto el doctor?
Ya no la encuentro,
ya no la encuentro,
así volveré a enloquecer.
Pero… ¿De dónde proviene esta calma?
¿Acaso se calmaron los gritos
o el vaso ese, que está vacio, me está dando una indicación?
Mejor no pregunto tanto,
quién más pregunta se torna tanto más cuerdo.
Mejor me tomo el palo
para luego subirme al delirio
que se me acaba el círculo
obligándome a dejar esto cerrado

Por Juan Gregorio Rivas

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