23 de marzo de 2012

Acechos de libertad


La escritura subjetiva en las ¡puertas del silencio!, en un ¡mar! de adioses y de olvidos, en las despedidas forzadas o en aquellas cuales nunca pudieron ser y suceder, ¡las lágrimas perdidas en la historia!, dejadas para el recuerdo de los muchos quienes tienen penas sufridas, de aquellos quienes fueron obligados a perder la pertenencia tangible o se desvanecieron en el tiempo al preferir los sueños. Fue un cataclismo de manipulaciones pertenecientes a ese monstruo enorme, a quien pocos se animaron a resistirle, esos pocos formaron y tristemente ¡forman! la fila de quienes ya no estarán y los que ya no están. Mientras desde el exilio mundos diferentes divergieron en esa persecución de las posibilidades generando imanes de polos opuestos modificados por esas energías magnéticas que se propusieron alterarlos.
¡Jamás será reversible el pasado!, lo que ya esta escrito no se puede borrar, el tiempo escribe continuamente con tinta ¡indeleble! asegurándose de que el papel ¡nunca! se desintegré ni se destruya aunque se ¡puede esconder por algún artificio! de la vista de quienes continuamente transitan en lo efímero de las percepciones. El tiempo escribe lo que va pasando, escribe en pretérito, debemos tenerlo en cuenta al usar el presente, con el presente podemos forjar nuestros sueños para ¡un futuro cercano! y tal vez aunque menos recomendable uno lejano. Actuar sin dejar las promesas olvidadas sobre la mesa, ¡olvidadas! entre tantos papeles innecesarios.
Las personas perdieron la libertad pero jamás serán capaces de perder su esencia, “es esa lucha intrínseca que a lo largo de la historia se repite”... y siempre ausentes de todo, sin percatarse de ese todo eludible la buscaran dando vueltas y vueltas: entre, mediante y sobre las equivocaciones, sobre los aciertos y desaciertos. Las flores quedaron perdidas entre las balas quienes se dirigieron también a erradicar los sueños, a destruir las utopías para dejarlas miserables y raquíticas. La luna oculta quedó bajo la miseria mientras tanto las oscuridad decidida nos tapo el horizonte.
Pero ese destino inevitable, esa ley natural del hombre, el cual por más dormido que parezca, siempre busca imponerse acabando en menos de un santiamén a quien le acecha, a quien trata de violarla y erradicarla. Regresando de a poco a alimentar las utopías e hilar los deshilachados sueños
Es una historia de ciclos que evita ser cíclica.

20 de marzo de 2012

Pequeña historia sin final


Le hablaba un ciego a un sordo y en ese monologo hacia repetidas pausas esperando algún gesto de su interlocutor, no recibía ninguno pero obstinado retomaba el dialogo, quizás no me interpreta bien se le ocurrió pensar reiteradas veces y reiteradas veces cambio las palabras, las re formuló, incluso hasta llegó a contradecirse pero el sordo no era cociente que este le hablaba por lo tanto le era indiferente.
El ciego frustrado se batió en retirada, creyéndose en la soledad... Pero el sordo...


18 de marzo de 2012

Los niños juegan en el jardin


Nada cambió, el auto frena a veinte metros, frena de golpe tras un ruido seco.
Pero los niños juegan en el jardín...
Alguien baja del auto (el conductor), mira hacia ambos lados, solo el silencio se precipita y se escucha el rugir del aire, soledad es el sentimiento que debería surgir en esa caricatura de escena aunque no se encuentra expresada en su rostro, tiene su mirada perdida sin entender todavía cual es su situación.
Pero los niños juegan en el jardín...
Observo el capó, quizás en una distracción... pensó pero para su suerte no distingue nada fuera de lo común, todo esta bien sin embargo escuchó el golpe, sonó como un estallido y sintió seguido de ello inestabilidad en el auto, lo tiene presente en su mente, observa mejor el frente del auto pero nada, el costado derecho y nada, la sorpresa la encuentra cuando observa el lado izquierdo.
Pero los niños juegan en el jardín...
Se dirige a la rueda, la observa detenidamente, esta absolutamente destruida, sobreviene de nuevo la imagen del ruido, de la inestabilidad, no hubo impacto, no hubo golpe, eso fue una falsa percepción del susto piensa.
Pero los niños juegan en el jardín.
Fue solo un sustos repite aliviado, mira de nuevo la rueda, habrá que cambiarla piensa, por suerte solo es eso, un cambio de rueda, abrir el baúl y sacar de ahí la rueda de auxilio, un tramite dice finalmente en voz alta.
Pero los niños juegan en el jardín usando una improvisada mesa con la rueda de auxilio de su papá

14 de marzo de 2012

Bestias Zaparrastrosas


Bestias zaparrastrosas erguidas en los confines de la humanidad, rodeandola con círculos teñidos de rojo, ¡bestias con hambre de oprimir los botones de esos tristes sacos negros que descansan en grandes demonios!.
Bestias zarrapastrosas quienes ríen cínicamente al continuamente cambiar, transmutar y trastocar la idea de bien y mal que alguna vez obligaron sin látigo y otra vez con látigo a esos quienes no ven ni siquiera ese rojo furioso impreso en los limites del maldito círculo.
Bestias zaparrastrosas jugando el papel de amo, ¡mintiendo mientras regurgitan verdades! para que ese apestoso, mas bien asqueroso no se lo codicie.
Bestias zarrapastrosas a quienes algún descuidado depositó el destino de miles de cuerpos, el destino de los calcinados y de sus opuestos a falta de nombre
Bestias quienes se disfrazan como vencedoras de Hércules, de Aquiles y de otros grandes héroes mientras ocultan que fueron solo individuos desorientados por no estar acompañados.
Bestias fuertes que ante el soplo del viento, la unión de voces, la fuerza del sonido y de las palabras pueden simplemente ser tumbadas y perecer en el recuerdo (el olvido no es deseable al dar la posibilidad de que vuelva a suceder)
Bestias quienes le temen a las voces transportadas por los cuatro vientos, a los aullidos, a los temblores de los pies, al fluir de los papeles, al resonar de los bombos.
Bestias quienes le temen a los libros que no perecen, a los genios que no callan, a las personas que desean abrir ojos, a los abridores de ojos y a quienes los abren.
Bestias amantes de la rutina, amantes de lo cotidiano, de la ignorancia, del no asombro, bestias que se muestran fuerte ante lo que aman
Bestias zaparrastrosas, ilusiones de bestias... Bestias quienes se muestran fuertes sabiendo a priori de ser débiles...

11 de marzo de 2012

La rebelión de los cómodos




La rebelión de los cómodos...
Cansados de estar quietos ahí, de estar sentados en ¡camas y colchones!, ¡camas y sillones!, ¡camas, sillas y todo tipo de asientos!, decidieron rebelarse. Estaban cansados ya de encontrarse ¡cómodos! en esos lugares y decidieron rebelarse. Decidieron uno a uno organizándose silla a silla, sillón a sillón, trasladándose y comunicándole al otro que no deseaban más estar sentados, fueron de a poco, de a poco y de a poquito, hablando y hablando con los diferentes cómodos y los diferentes tipos de comodidades, llegaron a los que gustaban sentarse en sillón de gran ¡confort! y también llegaron a aquellos que solamente podían sentarse en sillas o en el suelo. muchos y muchos solamente se encuentran sentados en el suelo o sobre una pequeña tabla de madera casi minúscula y eso creían que era comodidad, a eso le llamaban comodidad... Pero el mensaje fue extendiéndose uno a uno, dos a dos, tres a tres y cuatro a cuatro, fue extendiéndose de cómodo a cómodo, de persona a persona, de sillón a sillón, de sillita a sillota, el mensaje se extendió ante todo el mundo conglomerado bajo el nombre de cómodos y se los incitó a unirse a la rebelión de los cómodos, una rebelión diferente a tantas otras.
Habían algunos pares que nunca tranzaron con la comodidad y miraban esto asombrados, lo miraban perspicaces y miraban como se movilizaban siendo un poco escépticos. pero también con cierta satisfacción en ellos y en sus ojos. También estaban aquellos que promovían la comodidad, eran pocos también y estos miraban como se iba perdiendo, miraban con tristeza, ¡con furia y con odio! pero no sabían como cambiarlos, empezaron a hablar de diferentes tipos de sillones y a quienes estaban sentados en el suelo le ofrecieron silla... sillas, gente y diferentes formas... Pero no a todos les ofrecieron sillas porque no podían darles a todos, eso argumentaban y se justificaban diciendo que solo podían ayudarlos un poquito y mostrarles que podían llegar a obtener sillas más altas y con un poco de suerte acceder a los grandes sillones.
La rebelión de los cómods continuaba y los caminantes, los caminantes que nunca pararon de caminar ahora empezaron a correr, a correr de alegría, a correr gracias a la esperanza, a correr por semejante rebelión, la rebelión de los cómodos y las sillas nunca más serían el centro aglutinante de alineación, los sillones no serían accesos exclusivo de solamente unos pocos ni siquiera esos grandes sillones de confort, todos serían una continua variación de momentos sentados para descansar de su largo caminar. La rebelión de los cómodos, de aquellos cansados de estar sentados porque estar sentado cansa, cansa, y cansa ¡incluso más que caminar!, los caminantes observaban, los caminantes apoyaban, los caminantes ayudaban a destruir los suelos, los caminantes no ayudaban a eso porque los suelos son indestructibles, ellos mostraban todas las desventajas, las sillas grandes y las sillas chicas, las diferencias, resaltaban esas diferencias y los cómodos cuestionaban y los cómodos investigaban.
La rebelión de los cómodos, la rebelión de aquellos quienes están hartos de tanta mentira organizada, la rebelión de los cómodos, la rebelión de aquellos quienes el traste cuadrado tienen de tanto estar sentados, porque hace bien caminar, hace bien soñar, hace bien volar en busca de sueños, caminar en busca de sueños y en busca de utopías... porque todo esto y todo esto buscaba la rebelión de los cómodos, buscaba: los sueños, las utopías, caminar y volar; buscaba: cambiar el mundo conocido por ellos, crear nuevas realidades o como mínimo conocer la realidad presente y transformarla, cuestionar todo lo que se presente, debatir hasta aquello que parezca más cotidiano porque lo más cotidiano muchas veces los llevó hacia la comodidad. Y como siempre están los pesimistas, los optimistas, un conglomerado de ellos, estaban los que decían “para que caminar si nos vamos a cansar y tendremos que volver a las sillas” otros más pesimistas decían “y quizás cuando regresemos a las sillas, la que nos toquen sean muchos peores a los que teníamos, imagínate tu que estas en el sillón regreses y encuentres una silla, tu en la silla debas conformarte con el suelo y tu que perteneces al suelo te toque un lugar repleto de espinas” y así los pesimistas gritaban a los cuatro vientos llevando desesperanza pero la rebelión de los cómodos se resistía a los pesimistas, también estaban esos otros optimistas quienes parecían jugar el mismo juego que los pesimistas al grito de: “para que vamos a caminar si las cosas van a llegar solas, si el mundo siempre cambia y lo hace para bien, si vivimos en el mejor mundo posible” esos optimistas perteneciendo al extremo opuesto eran iguales a aquellos otros pesimistas. Pero estaban quienes gritaban bajo gritos de esperanza: “vamos caminemos y caminemos quizás nos cansaremos pero caminaremos y caminaremos y la satisfacción de buscar nuestro sueños y utopías será la satisfacción de caminar y esta misma nos hará seguir nuestro caminar” otros gritos eran: “caminemos y caminemos aunque nunca lleguemos a nuestros sueños, caminemos y caminemos aunque nunca sean realizables pero el caminar y caminar nos hará mejores personas, el caminar y caminar nos dará nuestra alegría aunque no sepamos si a otros podremos llegar con nuestras alegrías pero debemos intentarlo, pero debemos intentarlo” decían... La rebelión de los cómodos...

7 de marzo de 2012

Onírico

Da un paso, da ¡dos! pasos, una imagen se desvanece, da tres pasos, da ¡cuatro! pasos, otra imagen se desvanece. ¡No! Retrocede, ahora se desvanece una tercera imagen, entra en desesperación, da 5, 6, 7 u ocho pasos, ahora toda la imagen se desvanece pero repentinamente reaparece, se crea un torbellino ahora de ellas rodeándolo... No da más pasos, no tiene piso en donde darlos, esa imagen ya no existe más ante sus ojos, pero se atreve, da otro paso mientras mira en retrospectiva. El huracán de imágenes crece, devora todo y se acerca, no da pasos, da pasos, no ve, ve, observa, no observa, se columpia, ¿donde? En la hamaca que acaba de aparecer a su lado ¿Cuál? Que se yo, el derecho supongo... Ahora cae sobre un tobogán, si, no, no se, ahora no esta, desvaneció, aparece un arco-iris en escala de grises, permuta a otra escala, una proyección numérica. Reaparece saltando desde una nube, un paracaídas alejado de él aparece también, dos imágenes estáticas conforman, dos fotos al cielo, un paracaídas abriendo en solitario, nadie accionándolo, alguien flotando por otros lares en el mismo cielo, un piano cayendo en el aire mientras él pianista toca la novena sinfonía, dos mundos convergiendo en su divergencia ¡Que incoherencia!. Navega en el aire, mira al remolino desde arriba, piensa sin dejar ni un solo instante sin pensar, vive sin lograr dejar ese vicio del pensar. Su mente es un cruce de palabras, paso, imagen, paso, no imagen, no paso, imagen, no paso, no imagen, paso, fotografía, paso, pintura ¡Basta! ¡Me desesperas! Basta de arbitrariedad, unamos letras, perdamos coherencia, vuela sin volar, se desvanece el convaleciente mientras convalece el aire entre las plantas, ¡IMAGEN! Mundo, imagen, ¿verdad?, imagen, mentira... Camina, se detiene, mira hacia atrás, camina, se detiene, no mira hacia atrás, ¿Secuencia? ¿Donde esta la secuencia? Te desafío sin desafío... Vereda, un puñado de personas, vereda, una hilera de hormigas, ¡Que arbitrariedad en la comparación! Vereda, destello, homogeneidad, destello, caras, destello, ¿Vosotros? Oscuridad ¿Luz? ¡No! Oscuridad he dicho... Vereda, personas, homogeneidad, tiempo ¿transcurre?
Imagen, no imagen, una fuga de ellas, imagen, no imagen, la reaparición de la rutina, rutina o no pero rutina... Yira, todo yira, vueltas y volteretas, bailarines sincrónicos de danzas anacrónicas, el bailarín y su danza de la rutina, huracán convertido, tornado convertido, terremoto convertido, ¿Personas convertidas?
Destello, luz, destello, no luz, luz, no luz, apago, prendo, prendo, apago ¿Estás seguro? No ralenticemos ¿Y quien habla de velocidad? Formula uno, o peor: un cohete ultrasónico, la mismísima luz, ¡Macana! ¡;Macana! Volvamos sin volver, un paso, ¡Dos pasos! Una imagen se desvanece...

4 de marzo de 2012

Canto al CELL

Centro de estudiantes,
¡la palabra! ausente.
Lucio Lucero,
¡el grito! perdido en el olvido.

¡atrás! quedo el glorioso pasado,
¡adelante! el incierto futuro,
pero en el medio siempre el presente
este ¡maldito! agonizante...

¿Donde estará el centro de estudiantes
del Lucio lucero?
¿Donde te quedaste?
¿acaso lo hicisteis en el pretérito?

Puedo asegurarte que no estáis en el olvido
¡Gritasteis a los cuatro vientos!
¡Gritasteis con cientos de voces! en coro
¡clamasteis por la educación!
'
¿Donde estará? ¿Adonde se habrá marchado?
Años disteis el ejemplo,
sin embargo el desgaste
otra vez dijo ¡presente!

Debemos apurarnos a cambiar el mundo
antes que él logre cambiarnos
Quino: "Grita mas fuerte ¡POR FAVOR!"
para que TODOS te escuchen pronto.

Quiero que los días de organización estudiantil,
de movilización e inconformismo,
de ganas, pilas y ánimos
vuelvan. ¡Quiero escuchar su rugir!

¿No lo escuchan ahora gritar?
¿no lo sienten en sus corazones surgir?
¿no los atrapa el deseo de luchar?
¿No se hacen los sueños sentir?

Entonces... ¿Cuál será la tarea de la juventud?
Cual será si no pueden ser rebeldes
¿deberán cumplir a rajatabla este sistema?
que ¡vil! desgracia los arrolla.

Regresen a sus puestos.
los llama el inconformismo
deben alistarse ¡ya!
las trincheras los aclaman.

Sean los grandes soldados del futuro
los deseos de alcanzar la utopía
será su única arma
con la que saldrán a luchar.

Sean soldados de la educación,
levanten arriba la frente,
dispuestos a no rendirse,
lideren la movilización.

Los quiero de nuevo compañeros
buscando el horizonte,
caminando y caminando,
aunque no lleguemos a él.

El cambio no es repentino,
pero el valiente debe saberlo,
no existe el ¡Zas! se acabó,
tampoco es fácil lograrlo.

Quiero oír de nuevo los pasos resonar,
quiero ver de nuevo esa bandera flamear,
quiero ver a nuevos jóvenes dispuestos a luchar,
quiero oír al centro de estudiantes gritar.

Animo a todos,
al rendido,
y al que empieza a luchar,
animo al que quiere todo abandonar.

Quiero ver de nuevo al espíritu
de las maestras Lucio Lucero
quiero verlo resurgir con ímpetu
clamando por la educación

¿No los escucháis en coro cantar?
Desde la lejanía el rumor se hace sentir
son los nuevos gritos, el nuevo rugir
vienen sueños y esperanzas a la par.