30 de julio de 2011

¿Hasta qué punto nuestros ojos permitirán hondar en la profundidad de las personas?

19 de julio de 2011

Artesanias

Camino por la vereda de mi mundo, alejado de tanta realidad, cuando una fina línea me hace cruzar a  la vereda de ese mundo más tangible, quizás más real en algunas perspectivas. Un flaco me conecta a esta realidad cuando logra pasar sus ondas sonoras por mis oídos y hacerlas procesar por mi mente –Discúlpame- me dice –soy de Uruguay, estoy vendiendo estas artesanías que hago y no aguanto más el estar acá, me quiero ir de acá, para Villa General Belgrano y el cole sale dentro de una hora- de a peldaños baje al mundo lo más rápido posible para poder escucharlo atentamente, mientras me hablaba mis ojos se posaron sobre dos arañas, una libélula y un ciempiés de metal, muy rústicos pero la rusticidad les daba una belleza inextricable, mostrando estar atento me indica el precio, 32 pesos pienso, no traje billetera hoy y lo que tengo en el bolsillo no debe alcanzar. Él viéndome vacilar agrega –Te lo dejo a 20, es que me quiero ir y me falta poco para alcanzar la guita necesaria para el pasaje- sorprendido, vuelvo a pensar en cuanto traigo y mientras le digo  –Mira no sé si llego-, meto las manos en el bolsillo, saco todo lo que tengo, lo cuento y solo llego a unos pocos 15 pesos –Solo tengo 15- –Dale, te lo dejo a 15, elegí cual te gusta más- yo casi incrédulo del precio, elegí la mejor araña y me fui tras los agradecimientos inmerecidos por parte de él. Era yo el que en todo caso debía agradecerle, me pesa el haberle pagado tan poco y ahora que me pongo a pensar, el haber elegido el más lindo en vez de uno al azar. Quizás nunca lo vuelva a ver, pero esta es mi manera de agradecerle a aquel simpático uruguayo

3 de julio de 2011

A veces las imágenes unos segundos se quedan estáticas, totalmente pausadas pero luego infinitas imágenes suceden en pocos segundos para compensar  ese olvido que las retraso

Planes

A veces nos hacemos ideas, planeamos hechos, los llenamos de detalles, lo imaginamos de maneras perfectas, olvidándonos de los vaivenes del destino, de la indeterminación del futuro. Luego llegado el momento actuamos según lo convenido, esperando que los sucesos sigan la cadena “lógica” que nosotros determinamos; pero no, se resisten, nos tiran contra el abismo, caemos allí, tan profundo que ya no sabemos hace cuanto comenzamos a caer, dejamos de ver la cima y el fondo no se nos aparece, todo es incertidumbre, ¿estaremos cambiando de mundo, caeremos sobre la misma cima como algo recursivo, o simplemente la incertidumbre nos atrapara en sus brazos?  Hay cosas que no se deben planificar, vivir improvisando, mostrándonos por dentro al no tener tiempo a reprimirnos, quizás los hechos no mejoren en mucho, pero quédate tranquilo, solo siendo nosotros y conociendo las incertidumbres seguiremos adelante sin volver a caer.