4 de diciembre de 2011

Rumbos indeterminados


No sabía hacia donde se dirigía, hace tan solo media hora salió de aquella oscuridad sin dirección, sin rumbo aparente, sin punto cardinal, la rosa de los vientos mellaba por su ausencia y él brillaba en un extraño estado de triste alegría o alegre tristeza. No conocía de los polos porque no le era necesario, solo sabía distinguir entre luz y oscuridad. A él hacía rato se lo veía caminando, no poseía ningún rumbo, solo se encontraba como algún heroico capitán de barco manejando el timón sometido a la voluntad de los mares y de los vientos, solo se lo veía en aquellos paramos tan alejados como un David quien ansiaba de Goliat, como salomón sin la torta de los campesinos o Alejandro sin Grecia, el Cesar sin roma, como un viracocha quien naufrago en la búsqueda de su América. Él se encontraba en esa búsqueda, deseando un tesoro más grande que el de ali baba, más grande pero sin oro, diamantes ni demás piedras preciosas, era un compendio de sensaciones aquello que él deseaba despertar.
Sus pasos siempre se mostraron firmes, nunca dejo entrever una pizca de inseguridad, a pesar de que todos al unisonó opinasen que aunque a él le faltasen brújulas y mapas universales nunca podría perderse, el en su exterior ocultando su interior disipaba todas las sospechas de aquella verdad interior.
Él hacía rato divagaba y deambulaba de aquí y allá encontrándose totalmente perdido. En su soberbia no deseaba admitirlo, perdiéndose la oportunidad de la ayuda de alguien… quizás esperaba a alguien especial quien se percatase de su estado perdido

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