Era un poeta, un constructor de
metáforas, las necesitaba tanto que llegó a ser adicto a ellas, no
podía salir ni dejarlas de consumir. Se disfrazaba con ellas
ocultando, bajo confusas palabras, la esencia del asunto a sus
oyentes. Era un mago de las palabras, un ilusionista que gritaba
pedidos de auxilio cada dos por tres y los gritaba en metáfora cada
tres por dos... Quizás quería llegarle a las personas adecuadas
pero todavía no encontraba quien entienda la situación aunque tenía
un latido mas acelerado cuando estas palabras la escuchaban dos o
tres personas a las que él les tenía mucho aprecio. Se disfrazaba
en tercera persona como el ilusionista se disfraza de mago y vendía
globos de colores que aparentaban ser diversas figuras.
A veces pretendía regalar sueños,
otras, con una malicia que venia de los lares buenos, ponía piedras
en los caminos de las personas. Era un mago de las palabras, un
ilusionista de los conceptos, amo de la metáfora pero muchas veces
faltaba quien lo comprendiese y lo viese aunque sea reflejado en
algún espejo. Gritaba a los cuatro vientos palabras de colores,
profería notas musicales pero pertenecía a la fila heterogénea de
los incomprendidos.
Soledad..
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