Un día alguien me dijo que la savia es la lágrima de las plantas al ser
lastimadas
Las plantas lloran,
la naturaleza siente.
Nosotros
solo somos una parte de un gran organismo, somos un órgano de ese gran ser
vivo, un órgano de la naturaleza. Es de sabiduría
popular que si a nosotros nos falla algún órgano, las consecuencias de esa falla
pueden ser fatales, pero pocos se atreven a decir que la naturaleza presenta el
mismo problema y en este momento es preciso saber que le está fallando "el
órgano humano". La humanidad hace años enfermó y esparce su virus a los
organismos de derredor. Pero la naturaleza NO siente dicen las bacterias
MALIGNAS, quienes son encargadas de sembrar la destrucción, la naturaleza NO
siente repiten centenas de estudios con el único fin de engañar a los "linfocitos".
Imagínense
ciertos tipos de “locuras dañinas” donde la mente del paciente se niegue a
admitir que enfermó, así nos encontramos en este tiempo. Nosotros, la sociedad, estamos negándonos y la naturaleza lo presiente, lo sabe, reconoce cuál es el órgano enfermo
y nos advierte por diferentes medios pero nosotros hacemos caso omiso, cual
órgano rebelde que no se deja curar
Y ARRASAMOS CON
TODO, SIN IMPORTARNOS LAS CONSECUENCIAS.
SERÁ TARDE AQUEL DÍA,
EN EL QUE TERMINEMOS POR ARRASARNOS A NOSOTROS MISMOS
SERÁ TARDE AQUEL DÍA,
EN EL QUE TERMINEMOS POR ARRASARNOS A NOSOTROS MISMOS
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