La lluvia cae fuerte
mientras las gotas impactan contra el suelo provocando estrepitosos
ruidos en escala diminuta y un loco grita incorporándose a le escena
situada en la esquina de la cuadra, un loco vociferando a los cuatro
vientos, a las cuatro calles aunque nadie lo escuche, se pierden sus
palabras entre las paredes y los edificios, se pierden entre los
pocos árboles de una ciudad, solo algunas se cuelan por ciertas
rendijas de puertas y ventanas, por esas pequeñas imperfecciones. Ya
ninguna ventana, ninguna puerta queda abierta, todos corrieron a
cerrar las aberturas ante la caída de la primer gota, pero decir
todos incluye exagerar por demás, es excluir esos pocos casos
particulares, es olvidarse de las excepciones, pisarlas como si
fuesen una porquería, decir todos es decir puras patrañas, pero a
veces esas malditas palabras huyen de mi mente impregnando el texto
con su esencia y aunque cuesta sacarlas se las puede retar.
Retrocedamos en las palabras, demos saltos en el retroceso, juguemos
con las letras y el tiempo mientras regresamos al “no todos”, a
la “excepción”, este loco en la esquina ya empapado por la
balacera de gotas entra en “uno de esos pocos” le gusta la lluvia
y al parecer gritar frases e incoherencias y fusionarlas cuando le es
posible. Le propongo querido espectador: acerquemosno a él,
metamosno debajo de la tormenta y agudicemos nuestros oídos,
escuchemos esas palabras proferidas -Los rojos atolondrados se
precipitaron en algunas flores, también los he visto usurpando
remeras y algunos saltando entre zapatillas pero los verdes señores,
señoras, señoritas y señoritos son los amos de las plantas, son
sus reyes hasta que los amarillos se revelan pero no logran
sostenerse, (quizás necesiten algún bastón), caen de a poco, uno a
uno hasta que su permanencia se torna insostenible y las que quedaron
caen todas juntas para después perecer con sus compañeras, formando
un guerra cíclica entre verdes y amarillos donde los azules no
participan, ellos prefieren quedarse en el agua calmados sin
inmiscuirse en asunto ajeno, observando a nadie mientras tanto los
blancos que aclaran las cosas y los colores convierten a los azules
en celestes y conviven con ellos en el cielo haciendo de ojos para
observar desde lo alto la guerra entre amarillos y verdes, a veces
ven a las plantas agotadas por ser el campo de guerra y el blanco le
pide ayuda al negro, juntos se mezcla en la escala de grises para
cubrir al cielo entero, el gris conmovido llora y las gotas riegan
las plantas pero a veces llora tanto y tan fuerte que se dice, entre
vientos y sonidos, se produjo una lluvia torrencial... Hoy el cielo
debe estar en esas tristezas pero con su tristeza busca alegrarnos,
es una lástima que nadie lo vea y todos se escondan en sus casas con
ventanas cerradas.- El loco no me escuchó cuando hable de “todos”...
El loco habla de los colores, parece un artista con un cincel, no
distingue sobre donde estaba parado o por lo menos nosotros no lo
distinguimos, incluso puede poseer las cosas más claras en
comparación a varios de nosotros o solamente una perspectiva
completamente diferente de los sucesos, a través de su imaginación
crear 3000 mundos diferentes mientras vive en todos y en ninguno a la
vez, viviendo en uno más después del último con su mirada fija en
los otros 3000.
Firme prosigue hablando,
esta vez susurra obligándonos a prestar más atención a cada
palabra, a cada articulación, a cada minúsculo movimiento de labios
-No esta engañando, yo los estoy engañado, soy pura chachara aunque
una chacarera no se la niego a nadie, prestenme una guitarra pa'
hablarles del engaño- hizo el ademán de recibir una guitarra
Nos han engañao
las gotas son ficción
no mojan ni han volao
yo no estoy ni empapao
Nos han engañao
el cielo no ha llorao
la tierra no grita
ni siquiera susurra
Nos han engañao,
naides ha reclamado
no hay gritos en la pueblada
es por ello que esto pasa
nos han engañao
y habremos de pagar
nuestros pagos se han perdido
y habremos de perdernos
Fijese en sus bolsillos
mire su felicidad
y permitame decirle ya
que nos han engañao.
las gotas son ficción
no mojan ni han volao
yo no estoy ni empapao
Nos han engañao
el cielo no ha llorao
la tierra no grita
ni siquiera susurra
Nos han engañao,
naides ha reclamado
no hay gritos en la pueblada
es por ello que esto pasa
nos han engañao
y habremos de pagar
nuestros pagos se han perdido
y habremos de perdernos
Fijese en sus bolsillos
mire su felicidad
y permitame decirle ya
que nos han engañao.
Luego simula romper la
guitarra y correr hacia el sur pero se queda quieto, se sienta solo
para suspirar aunque despues rompe en llanto, se larga a llorar para
mezclar sus lágrimas con las gotas, esta acurrucado en el suelo,
algo desolado y mudo, deja correr al silencio para invitar a su mente
a hablar a solas -Hice todo lo posible sin poder advertir acerca del
peligro de los lapices, los hay de todos colores y de todos los
tamaños, hay algunos que dibujan, otros que escriben y algunos
afirman haberlos escuchado cantar, los lapices son peligrosos y son
capaces de expresar tantas osas, quizás debamos rápido
encarcelarlos y con ellos encarcelar sus ideas también- Hablaba para
sus adentros con el disgusto de quien no comparte esas ideas, de
quien las aborrece deseando a la vez auto-convencerse de algo que le
escapa a su propio poder, calla por ello aunque de él ahora en un
tono feliz sale la siguiente canción:
Habrán tiempos
cuales las endorfinas bailarán
por las calles de la vida cantarán,
a los ojos se mirarán
y sus corazones brillarán.
Habrán tiempos
cuales las endorfinas bailarán
por las calles de la vida cantarán,
al mundo alegrarán.
Habrán tiempos
cuales las endorfinas bailarán
por las calles de la vida cantarán
y las personas transitarán,
por las mismas calles lo harán.
Habrán tiempo
cuales las endorfinas avanzarán
y a tantas personas conquistarán
que al mundo alegrarán.
Habrán tiempos de felicidad
donde todos cantarán
y las endorfinas bailarán
Habran tiempos
donde todos cantarán,
donde todos bailarán,
cantarán canciones para bailar
y bailaran canciones para cantar.
cuales las endorfinas bailarán
por las calles de la vida cantarán,
a los ojos se mirarán
y sus corazones brillarán.
Habrán tiempos
cuales las endorfinas bailarán
por las calles de la vida cantarán,
al mundo alegrarán.
Habrán tiempos
cuales las endorfinas bailarán
por las calles de la vida cantarán
y las personas transitarán,
por las mismas calles lo harán.
Habrán tiempo
cuales las endorfinas avanzarán
y a tantas personas conquistarán
que al mundo alegrarán.
Habrán tiempos de felicidad
donde todos cantarán
y las endorfinas bailarán
Habran tiempos
donde todos cantarán,
donde todos bailarán,
cantarán canciones para bailar
y bailaran canciones para cantar.
Pero las gotas
precipitadas en secuencia anacrónica fueron esfumándose y una
neblina tardía nubla nuestros ojos, el viento sopla fuerte llevando
consigo las voces que comienzan a gritar haciendo de coro al loco de
la esquina quien todos creemos que se mantiene inamovible ante el
viento pero la bruma es espesa ya y ni siquiera nos permite
distinguir la silueta, una esfera que nos rodee, de metro de radio,
nos será imposible divisarla. Estar cada uno dentro de un domo se
convierte en una posibilidad, quizás alguien pueda ponerlo sin que
nosotros nos demos cuenta... Luego el mismo viento emprende la labor
de llevarse las nubes y la neblina en esa secuencia de imágenes
convertidas en suceso, imagen por imagen se lleva un poco de neblina
y alguien quien saque mil y un fotos una seguida de la otra, verá en
la mil uno la esquina completamente vacía, verá la ausencia cual a
pesar de todo, en mí, no creó sorpresa, el viento se llevo al
delirante o al revés debido al cese del mismo.
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