Imaginemos un embrollo, mejor dicho una bolsa donde todos los días
metemos un papelito con una frase la cuál ha sido escrita muy influenciada por
el estado de ánimo en el cual nos encontremos. Pero la escribiremos con una
idea fija, un hilo sin conductor pero hilo al fin, un motivo sin desencadenado,
una cadena de eslabones sueltos cuyo lugar correspondiente se perdió en el
misterio.
El misterio, ese que nos incita
a preguntarnos ¿en que se convertirá? ¿Será algo incoherentemente lindo? O
peor, algo coherentemente feo. ¿Sola se armara su trama o deberemos darle algún pequeño empujón?.
Estoy seguro que sera algo feo.. Y habra que patearlo y golpearlo un poco, no solo darle un empujon, ya que no creo que la bolsa sea lo suficientemente grande para tal cosa.
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